La intervención parte del deseo de crear un oasis doméstico que combine funcionalidad, belleza y respeto por el entorno. La construcción de la piscina de obra se integra con sensibilidad en el espacio existente, apostando por materiales nobles, tonos claros y texturas que evocan la estética tradicional mediterránea.
La vegetación, cuidadosamente seleccionada, no solo aporta frescura, sino que actúa como un elemento estructurante, conectando visual y sensorialmente todos los rincones del patio.
El diseño crece como familia residente, permitiendo que los espacios exteriores se transformen con el tiempo, acogiendo nuevas dinámicas, encuentros o momentos de descanso.